Entre los 2 y 4 años es frecuente, normal y esperable que los niños(as) reaccionen con rabietas o pataletas frente a situaciones que les provocan rabia o frustración.
Los niños/as no generan pataletas con intenciones de dañar o molestar a los adultos, sino que son parte de su proceso de desarrollo y adaptación. Las pataletas pueden gatillarse por diferentes razones:
- Frustración cuando algo no les resulta.
- Sentirse no escuchados o incomprendidos.
- Expresión de algún malestar.
¿Cómo actuar ante una pataleta?
- Lo más importante es mantener la calma.
- Intenta entender cuál fue el gatillante de la rabieta y ponle nombre a lo que crees que le está pasando.
- Intenta distraerlo con otra actividad o darle una alternativa que sea atractiva.
- Si lo logra ¡refuérzalo!, abrázalo, dile que lo hizo bien y hazle saber que valoras su esfuerzo.
- Evita el uso del “tiempo fuera”, dejarlo(a) sólo “hasta que se le pase”.
- El sentido común, el juego y el humor son fundamentales para facilitar que un niño(a) colabore con las órdenes o reglas que queremos que cumpla.
- Evita explicaciones largas y complicadas en medio de una rabieta, no es buen momento.