
- Cierra los ojos y concéntrate en la temperatura de tus manos, torso y pies. Realiza este ejercicio durante unos minutos hasta que tu concentración se centre en tu cuerpo.

- Masajea los lóbulos de tus orejas y aplica una presión agradable.

- Siéntate o acuéstate en una posición cómoda, inhala por la nariz durante 3 segundos y exhala durante 6-7 segundos. Repite tantas veces como sea necesario.

- Si es posible, sal del lugar donde estás experimentando ansiedad, cierra los ojos y presta atención a los sonidos del exterior.

- Quítate los zapatos y camina descalzo sobre diferentes texturas como césped, pisos fríos y superficies suaves como alfombras.