En el cerebro se consolida la memoria y el aprendizaje, por lo que un buen reposo nocturno favorece los mecanismos de reparación, remodelación y metabolismo celular, recuperando la energía y las funciones que se han deteriorado durante el día.
Si las personas no duermen lo suficiente, sus efectos son negativos:
- Disminuye la capacidad de concentración y de memoria.
- Aumenta la fatiga física y mental.
- Se generan cambios de humor.
- Menor resistencia al estrés cotidiano y mayor vulnerabilidad del sistema inmune.
Los especialistas recomiendan “generar un ambiente de sueño”, de calidad:
- Idealmente media hora antes de irse a dormir, apagando las pantallas de celulares, tablet, computador y televisión.
- La última comida debe ser al menos dos horas antes de acostarse.
- Si se practica ejercicio en la noche, lo ideal es hacerlo unas tres horas antes de irse a la cama.
- De acuerdo con la edad las personas necesitan dormir lo siguiente: un adulto entre siete y ocho horas, los adultos mayores duermen menos horas, y los niños pequeños necesitan hasta 10 o 12 horas de sueño.
- Cuando un estudiante duerme poco o duerme mal, irá a clases con sueño y su capacidad de concentración disminuye, por ende, le costará más aprender.