¿Qué es?
Es una infección pulmonar común en niños pequeños y bebés, que causa inflamación y congestión en las pequeñas vías respiratorias (bronquiolos) del pulmón.
Síntomas
- Durante los primeros días, los signos y síntomas de la bronquiolitis son similares a los de un resfriado: congestión nasal, tos y fiebre leve (no siempre presente)
- Después de esto, durante una semana o más se puede presentar dificultad para respirar o un silbido cuando el niño exhala (sibilancia).
- Muchos bebés también tienen una infección de oído (otitis media).
Causas
La bronquiolitis se produce cuando un virus infecta los bronquiolos, que son las vías respiratorias más pequeñas de los pulmones. La infección hace que los bronquiolos se hinchen y se inflamen. La mucosidad se acumula en estas vías respiratorias, lo que dificulta que el aire fluya libremente dentro y fuera de los pulmones.
Los virus que causan la bronquiolitis se propagan fácilmente. Se pueden contagiar a través de las gotitas en el aire cuando alguien que está enfermo tose, estornuda o habla. También puedes adquirirlos tocando objetos compartidos —como utensilios, toallas o juguetes— y luego tocándote los ojos, la nariz o la boca.
Factores de riesgo
La bronquiolitis suele afectar a niños menores de 2 años. Los bebés menores de 3 meses de edad son los que corren mayor riesgo de contraer bronquiolitis, porque sus pulmones y su sistema inmunitario aún no están completamente desarrollados.
Otros factores que se relacionan con un mayor riesgo de bronquiolitis en los lactantes y con casos más graves incluyen:
- Nacimiento prematuro
- Afección cardíaca o pulmonar subyacente
- Sistema inmunitario deprimido
- Exposición al humo del tabaco
- Nunca haber sido amamantado (los bebés amamantados reciben beneficios inmunes de la madre)
- Contacto con múltiples niños, como en un entorno de cuidado de niños
- Pasar el tiempo en ambientes concurridos
- Tener hermanos que asisten a la escuela o que reciben servicios de guardería y traen a casa la infección
Prevención
Debido a que los virus que causan la bronquiolitis se propagan de una persona a otra, una de las mejores maneras de prevenirla es lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de tocar a tu bebé cuando tiene un resfriado u otra enfermedad respiratoria. Usar una mascarilla facial en este momento es apropiado.
Si tu hijo tiene bronquiolitis, que no salga de la casa hasta que la enfermedad haya pasado para evitar que se propague a otros.
Otras formas de sentido común para ayudar a frenar la infección incluyen:
- Limitar el contacto con personas que tengan fiebre o resfriado.
- Limpiar y desinfectar las superficies.
- Cubrir la tos y los estornudos.
- Usar tu propio vaso.
- Lavarse las manos a menudo.
- Amamantar. Las infecciones respiratorias son significativamente menos comunes en los bebés amamantados.
Cuándo debes consultar a un médico
Si te resulta difícil hacer que tu hijo coma o beba y su respiración se vuelve más rápida o dificultosa, consulta con el médico de tu hijo.
Fuente: CLINICA MAYO