Te invitamos a conocer rincones de Chile: Muelle del Alma, mejor conocido como
Muelle de las Almas, es una escultura chilena construida el año 2005 por el artista Marcelo Orellana Rivera, localizada al sur del poblado de Cucao en la comuna de Chonchi, archipiélago de Chiloé. Está emplazada en una propiedad privada situada en la punta Pirulil, en el lugar que abriga la leyenda ancestral huilliche de las ánimas de Cucao.
Leyenda
Cuenta la leyenda, que en los alrededores de los acantilados de Punta Pirulil, Cucao, pueden escucharse por las noches, junto al romper de las olas, los gritos y lamentos de las ánimas que llegan al muelle, a esperar al Tempilkawe, balsero que en su embarcación de espuma blanca las llevará al mundo espiritual que se encuentra al otro lado.
Se dice que si escuchas a las almas gritar, no debes intentar comunicarte con ellas, ni menos llamarlas como “ánimas de Cucao” o un año más tarde la muerte vendrá a buscarte y serás parte de ellas.
La leyenda se entrecruza con la del balsero Caronte, que en la mitología griega es el encargado de guiar las sombras errantes de los difuntos de un lado al otro del río Aqueronte, previo pago de un Óbolo y está presente también en la cosmogonía Mapuche donde el balsero cobra a las almas una piedra bonita, o Llanka. La cultura Mapuche en su riquísima forma de entender la vida y la muerte tiene toda una concepción acerca del alma.
Historia del Muelle del Alma
El muelle nace de la mano del escultor Marcelo Orellana Rivera, oriundo de Santiago pero radicado hace años en Cucao, quién quiso darle materialidad a esta tradición oral y constituyó su proyecto de tesis.
Fue construido el año 2005 en Punta Pirulil y cada uno de los detalles está pensado tomando en cuenta cada punto de la leyenda.
El muelle se proyecta en forma ascendente haciendo alusión al más allá y las curvas que posee hacen alusión al oscilar de las almas en pena y sus gritos al balsero. El puente se angosta al final aludiendo a la soledad del camino a la muerte y en su extremo final tiene una pequeña pendiente que sugiere que más que un muelle se trata de un puente que podemos completar con nuestra imaginación, un puente al mundo espiritual.
Además, en las playas de Rahue y Cucao es posible encontrar piedras hermosas erosionadas por el mar, que representarían las llanka con las que las almas deben pagar al Tempilkawe y curiosamente en el cementerio de Cucao, las cruces están adornadas con estas piedras también.