Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para prevenir la obesidad, entre ellas:
- Mantener una alimentación saludable y equilibrada, evitando el consumo excesivo de alimentos procesados y ricos en grasas, azúcares y sal.
- Realizar actividad física regularmente, al menos 150 minutos a la semana de actividad física moderada o 75 minutos a la semana de actividad física vigorosa.
- Reducir el tiempo sedentario, limitando el tiempo que se pasa sentado o acostado.
- Dormir lo suficiente, ya que la falta de sueño puede aumentar el riesgo de obesidad.
- Promover hábitos saludables desde la infancia, fomentando la lactancia materna, una alimentación saludable y la actividad física.
- Limitar el consumo de alcohol.
- Aumentar la ingesta de frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales.
Es importante recordar que mantener un estilo de vida saludable es primordial para prevenir no solo la obesidad, sino también otras enfermedades crónicas.