Aprendamos a cómo reconocer las grasas buenas y las grasas malas.
Las grasas “malas” son las grasas saturadas y las trans; el exceso en el consumo de este tipo de grasas eleva el nivel de colesterol LDL (“malo”), aumentando el riesgo de sufrir ataque cardiaco, accidente cerebrovascular u algún otro problema de salud mayor.
- Carnes, queso, crema, manteca.
- Manteca de cerdo, piel de pollo.
- Margarinas en barra, grasa alimentaria, comidas rápidas, comidas procesadas.
- Aceites de coco y palma.
Las grasas “buenas” son las monoinsaturadas y poliinsaturadas algunas, incluso, son esenciales porque el cuerpo no es capaz de producirlas y deben aportarse a través de la alimentación.
- Aceites de oliva, cártamo, canola.
- Girasol, soja, maní.
- Nueces y paltas.
- Salmón, caballa, arenque
- Aceites de semillas de lino, nueces, porotos de soja y de canola.