- Son las personas que tienen la necesidad imperiosa de complacer a los demás, incluso por encima de sí mismo.
- Les cuesta identificar y satisfacer sus propias necesidades.
- Se les dificulta decir que no, aunque no se sientan cómodos.
- Suelen disculparse de manera frecuente, incluso cuando no sean responsables.
- Evitan el conflicto, aunque esto implique ocultar o modificar sus opiniones.
- Se preocupan constante por lo que piensan los demás.
- Esta conducta suele representar la búsqueda de la aceptación, el reconocimiento y el amor por parte de los demás. La mejor manera de trabajar en pro de nosotros mismos es cultivar el amor propio.
¿Qué hacer?
Puede resultar muy difícil cambiar si han vivido muchos años con este comportamiento.
En ese sentido, la terapia psicológica puede ser de gran ayuda para salir de este espiral.
Finalmente, la terapia psicológica puede entregarte herramientas para manejar la ansiedad que este síndrome puede provocar.