¿Qué es la resiliencia?
La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión significativas, como problemas familiares o de relaciones personales, problemas serios de salud o situaciones estresantes del trabajo o financieras.
De la OMS señalan que cerca de un 50% de los problemas de salud mental comienzan antes de los 14 años.
Esta prevención comienza con la toma de conciencia y comprensión de los signos tempranos y síntomas de los problemas de salud mental.
Todavía hoy existen desconocimiento, prejuicios, estereotipos y estigmas asociados a enfermedades mentales por lo que las personas pueden llegan a sentir una carga negativa por su condición y evitar consultar a profesionales. El resultado en quienes experimentan o consultan por problemas de salud mental incluso puede significar discriminación que puede ocurrir dentro de la familia, en el trabajo e, incluso, en el sistema de salud.
Los problemas de salud mental son bastante comunes, ya que se estima que una de cada cuatro personas aproximadamente experimentará algún trastorno psiquiátrico o neurológico a lo largo de su vida.
Según la Asociación Americana de Psicólogos existen 10 formas de construir resiliencia:
- Desarrollar vínculos: buenas relaciones con familiares cercanos, amigos u otras personas de importancia. Aceptar la ayuda y el apoyo de quienes se preocupan y te escuchan, ayuda a construir la resiliencia.
- Evitar ver en las crisis problemas insuperables: no puedes cambiar el hecho de que eventos estresantes ocurran, pero puedes cambiar como interpretar y responder a estos eventos.
- Aceptar que el cambio es parte de la vida: a veces, ciertas metas no se podrán alcanzar producto de situaciones adversas.
- Avanzar hacia la meta: fijarse metas reales, hacer algo regularmente, aunque sean pequeños pasos, que te ayuden a moverte hacia los objetivos planteados.
- Tomar decisiones activas: actuar en situaciones adversas tanto como se pueda. Es preferible tomar decisiones en vez de desatender los problemas y desear que desaparezcan.
- Buscar oportunidades para el autodescubrimiento.
- Cultivar una mirada positiva sobre uno mismo: desarrollar la confianza en las propias habilidad para resolver problemas.
- Colocar las cosas en perspectivas: incluso en los momentos más difíciles, considerar las situaciones que estresan en un contexto más amplio, con una perspectiva a largo plazo.
- Mantener una mirada positiva: tratar de visualizar lo que se quiere, en vez de enfrascarse en miedos.
- Cuidarse: prestar atención a las propias necesidades y sentimientos, realizando actividades que disfrutes y relajen.
- Tomar medidas adicionales: por ejemplo, algunas personas escriben sobre sus pensamientos más profundos o sobre lo que sintieron con relación a alguna situación estresante en sus vidas, otras encuentran que la meditación y las practicas espirituales ayudan a construir conexiones y restaurar la esperanza.