
El ibuprofeno puede elevar la presión arterial en algunas personas, especialmente si se toma con frecuencia o en dosis altas.
- Retención de sodio y agua:
El ibuprofeno inhibe enzimas llamadas COX-1 y COX-2, lo que reduce la producción de prostaglandinas. Estas sustancias ayudan a mantener el flujo sanguíneo hacia los riñones y facilitan la eliminación de sodio y agua.
Al inhibirlas:
- Se retiene más sodio y más líquido.
- Esto aumenta el volumen sanguíneo → sube la presión.
- Vasoconstricción:
Menos prostaglandinas también puede causar que los vasos sanguíneos se contraigan más fácilmente, lo que aumenta la resistencia en las arterias y, por tanto, la presión arterial. - Interferencia con medicamentos para la presión.
¿Quiénes están en mayor riesgo?
- Personas con hipertensión (diagnosticada o no).
- Personas con enfermedad renal.
- Aquellos que toman ibuprofeno de forma prolongada o en dosis altas.
¿Qué puedes hacer al respecto?
- Evitar uso prolongado o innecesario
- Consultar con un médico:
Si tienes presión alta, enfermedad renal, o estás tomando medicamentos antihipertensivos, es mejor consultar antes de tomar ibuprofeno regularmente. - Control de la presión:
Si tomas ibuprofeno y tienes riesgo, monitoriza tu presión arterial con regularidad.