
- Reducción de la luz solar
La disminución de la luz solar puede alterar el ritmo circadiano, reducir los niveles de serotonina (neurotransmisor que regula el estado de ánimo) y afectar la producción de melatonina (hormona del sueño). - Menor actividad física
El frío y los días más cortos pueden reducir la motivación para hacer ejercicio, lo que contribuye a una sensación de fatiga y desánimo. - Aislamiento social
La tendencia a quedarse en casa puede aumentar el aislamiento y los sentimientos de soledad.
Estrategias para cuidar la salud mental en invierno
- Exposición a la luz natural
Salir al aire libre durante el día. - Ejercicio regular
Incluso caminar 30 minutos al día puede tener un impacto positivo. - Rutina estable
Mantener horarios regulares de sueño y alimentación ayuda al equilibrio emocional. - Alimentación saludable
Reducir el consumo de azúcar y aumentar alimentos ricos en omega-3 (como pescado y nueces) puede favorecer el estado de ánimo. - Apoyo social
Mantener el contacto con seres queridos, aunque sea virtualmente, es clave.
Cuándo consultar con un médico
Si los síntomas son persistentes o severos, es recomendable consultar con un profesional de salud mental.