Falta de interés o placer Ya nada te emociona. Cosas que antes disfrutabas, ahora no te importan.
Cansancio constante Te sientes agotado todo el tiempo, aunque hayas dormido bien.
Dificultad para concentrarte Te cuesta pensar con claridad, recordar cosas o tomar decisiones simples.
Cambios en el sueño o apetito Comes o duermes mucho más o mucho menos de lo habitual.
Aislamiento emocional Evitas a la gente, pero no sabes cómo explicar lo que sientes.
Sentimientos de vacío o inutilidad No es tristeza, es una sensación de no sentir nada. Todo parece sin sentido.
La depresión puede tener muchas caras. No todos lloran, pero todos necesitan apoyo. Hablar es el primer paso. No estás solo/a. Si tú o alguien que conoces necesita ayuda, busca orientación profesional.