
- Respirar profundamente. No hacen falta más de 5 minutos para coger aire, llenar los pulmones y sacarlo lentamente y de forma consciente. Está demostrado que la respiración puede bajar las pulsaciones del corazón en picos de estrés.

- Sonreír. No siempre se puede sonreír, pero está demostrado que se puede trabajar día a día y que mejora el estado emocional.

- Estiramientos. Poder estirar los músculos cada cierto tiempo no solo ayuda a destensarlos, también permite una relajación de la mente.

- Pausas breves. Después de un pico de estrés, una reunión complicada o la acumulación de tareas, lo mejor es respirar profundamente (punto 1), sonreír (punto 2), estirar un poco los músculos del cuello (punto 3) y llevar a cabo una pausa de cinco minutos.

- Descanso visual. Imprescindible hacerlo una vez cada hora como mínimo para evitar el estrés visual, la aparición de dioptrías y dolores de cabeza o de las cervicales.