Caminar no es solo bueno para el cuerpo, también lo es para la mente.

- Reduce el estrés: caminar libera endorfinas, las “hormonas de la felicidad”, ayudándote a relajarte y sentirte mejor.

- Mejora tu ánimo: moverte ayuda a reducir síntomas de ansiedad y depresión. Además, te conecta contigo y con tu entorno.

- Favorece un sueño reparador: una camita diaria regula tu ciclo de sueño, ayudándote a dormir mejor cada noche.

- Cada paso deja una huella en tu memoria: caminar fortalece la memoria y la concentración, ayudando a mantener tu mente ágil y saludable con el paso del tiempo.