1.- REETIQUETAR
- Identifica los pensamientos que son síntomas de tu padecimiento y no de ti como persona.
- Reconoce qué es real y qué es un síntoma.
- Recuerdas que tus pensamientos son eso, pensamientos, dales el nombre que corresponde y no te pegotees.
2.- REASIGNAR
- Atribuye la responsabilidad de la sintomatología obsesiva a quien le pertenece, al propio TOC o a la ansiedad.
3.- REENFOCAR
- Cambia tu atención a otra cosa que te distraiga.
- El objetivo es que introduzcas una nueva conducta para crear nuevas conexiones cerebrales desautorizando lo anterior.
4.- REEVALUAR
- El cerebro revalora los pensamientos obsesivos y deja de darle credibilidad al tener nuevos hábitos y cortar ese ciclo vicioso. Anticípate.