¿Qué es el acoso?
Puede identificarse a través de tres características: intención, repetición y poder.
Un acosador tiene la intención de causar dolor, ya sea a través del daño físico o de palabras o comportamientos hirientes, y lo hace de manera
repetida.
El acoso puede darse:
- En persona física o psicológicamente.
- en línea, que se llama ciberacoso: suele producirse a través de las redes sociales, mensajes de texto, SMS, mensajería instantánea, correo electrónico o cualquier otra plataforma que utilicen los niños.
¿Por qué debo intervenir si mi hijo es víctima de acoso?
Además de efectos físicos, el acoso puede ocasionar problemas emocionales y de salud mental, como depresión o ansiedad, que pueden derivar en el abuso de sustancias o empeorar el rendimiento en la escuela.
Tu hijo tiene derecho a vivir en un entorno escolar seguro y enriquecedor en el que se respete su dignidad.
Cómo puedo ayudar a mi hijo(a)
El primer paso es la prevención
- Explícale qué es el acoso
- Háblale abiertamente y con frecuencia
Cuanto más le hables a tu hijo sobre el tema, más cómodo se sentirá para contarte si ha sido testigo o víctima.
- Enséñale a ser un ejemplo positivo para los demás
En el acoso hay tres partes: la víctima, el perpetrador y el testigo. Aunque un niño no sea víctima de acoso, sí puede evitar que ocurra siendo inclusivo y comportándose de manera respetuosa y amable con sus compañeros.
- Ayuda a tu hijo a confiar en sí mismo
- Sé un modelo a seguir
Muéstrale a tu hijo cómo tratar a los demás niños y adultos con amabilidad y respeto haciendo lo mismo con la gente que lo rodea, incluso hablando cuando otros están siendo maltratados.
- Forma parte de su experiencia en línea
Familiarízate con las plataformas que usa tu hijo, explícale cómo están conectados Internet y el mundo real y adviértele de los distintos peligros a los que se enfrenta en la red.