La mayoría de los exámenes no requieren ayuno, ni hacer ningún preparativo especial. Pero existen exámenes específicos que, si tu médico los solicita, debes cumplir el ayuno.
¿En qué consiste el ayuno?
Consiste en no comer ni beber nada, excepto agua, por varias horas antes de la prueba. Se sugiere un mínimo 8 y máximo 12 horas.
La importancia de respetar esta instrucción es, porque si usted come y bebe, los alimentos y las bebidas se absorben en el torrente sanguíneo. Y eso puede afectar en los resultados de sus exámenes.