¿Qué es?
Es una enfermedad mental en el que no se puede dejar de pensar en uno o más defectos percibidos o defectos en la apariencia.
Síntomas
- Estar extremadamente preocupado por un defecto percibido en la apariencia que los demás no pueden ver o que parece poco importante
- Creer que los demás ponen especial atención en tu apariencia de una manera negativa o se burlan de ti
- Tener comportamientos dirigidos a arreglar u ocultar el defecto percibido que son difíciles de resistir o controlar, tales como mirarse frecuentemente el espejo, arreglarse o rascarse la piel
- Buscar con frecuencia la aprobación de tu apariencia por parte de los demás
- Evitar situaciones sociales
Factores de riesgo
El trastorno dismórfico corporal comienza, comúnmente, en los primeros años de la adolescencia y afecta tanto a hombres como a mujeres.
Ciertos factores parecen aumentar el riesgo de tener o desencadenar el trastorno dismórfico corporal, entre otros:
- Tener parientes consanguíneos con trastorno dismórfico corporal o trastorno obsesivo-compulsivo
- Experiencias de vida negativas, como burlas en la infancia, negligencia o abuso
- Ciertos rasgos de personalidad, como el perfeccionismo
- Presión social o expectativas de belleza
- Tener otra afección de salud mental, como ansiedad o depresión
Complicaciones
- Baja autoestima
- Aislamiento social
- Depresión grave u otros trastornos del estado de ánimo
- Pensamientos o conductas suicidas
- Trastornos de ansiedad, incluido el trastorno de ansiedad social (fobia social)
- Trastorno obsesivo compulsivo
- Trastornos de alimentación
Cuándo debes consultar a un médico
Si tu hijo tiene algún signo o síntoma, consulta con un médica o a un profesional de salud mental.
Por lo general, el trastorno dismórfico corporal no mejora por sí solo. Si no se trata, es posible que empeore con el tiempo y provoque ansiedad, facturas médicas extensas, depresión grave e incluso pensamientos y conductas suicidas.