La familia, es el primer agente socializador, quien genera amor y soporte, y debe aprender que los sentimientos de los niños van, por un lado, los cuales deben escucharse, validarse y respetarse; de otro lado, se sitúan las conductas. “Las emociones son tan importantes como respirar o alimentarnos, y por ello hemos de nutrirlas a diario”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2015) señala que el desarrollo a lo largo de la infancia será un determinante de la salud, el bienestar y el aprendizaje durante toda la vida.
Las familias del niño cumplen un rol fundamental, es por eso que te invitamos a poner atención a los niños cuando te dicen Mamá ¡Mira lo que hago ¡ o Papá ¡Mira lo que hago¡
Algunos beneficios son:
Reafirmación: les hace sentir que existen y son reales.
Seguridad: les ayuda sentirse seguros.
Motivación: Quieren superarse para mostrárselo.
Identidad: Quieren mostrarte sus cualidades.
Autoestima: Sentir tu interés en su persona fortalece poco a poco su autoestima.
Valia: les ayuda a sentirse valiosos ante los ojos de otros (y ante si mismos).
Les ayuda a estrechar lazos contigo: mirar a los niños hace que el vínculo entre padres e hijos se haga más fuerte.